Es 25% como vienes y 75% como vives.
Cuando se trata de nuestra salud y longevidad, es común pensar que todo está determinado por nuestros genes. "Es genético", decimos, como si esa frase cerrara toda posibilidad de cambio.
Cuando se trata de nuestra salud y longevidad, es común pensar que todo está determinado por nuestros genes. "Es genético", decimos, como si esa frase cerrara toda posibilidad de cambio. Pero, ¿en realidad tu estilo de vida tiene un impacto mucho mayor que lo que heredaste de tus padres?

Un reciente estudio publicado en el BMJ Evidence-Based Medicine lo confirma: aunque tus genes importan, tus hábitos diarios pueden redefinir por completo tu historia de salud. Este estudio, realizado con más de 353,000 participantes durante casi 13 años, analizó dos factores clave:
Tu predisposición genética: Si naciste con "genes para una vida larga o corta".
Tu estilo de vida: Evaluado a través de seis pilares fundamentales: no fumar, consumo moderado de alcohol, actividad física regular, mantener un peso saludable, dormir lo suficiente y seguir una dieta equilibrada.
El hallazgo clave: tus elecciones de vida pesan más que tus genes. Incluso las personas con una predisposición genética desfavorable pueden mitigar ese riesgo adoptando hábitos saludables.
Tus decisiones son poderosas
La parte más esperanzadora de este estudio es que tus elecciones diarias tienen el poder de transformar tu salud. No importa cuáles sean tus genes, el impacto de un estilo de vida saludable puede compensar una predisposición desfavorable. Es aquí donde puedes tomar el control:
Alimenta tu microbiota: Incorpora alimentos ricos en fibra, prebóticos y probóticos. Son el combustible que tu intestino necesita para prosperar.
Duerme lo suficiente: Tu cuerpo se regenera durante el sueño. Saltarte este paso es como intentar cargar tu teléfono con un cargador roto.
Muévete regularmente: La actividad física no solo mejora tu sistema cardiovascular, sino que también estimula tu microbiota.
Maneja el estrés: Prácticas como la meditación o el breathwork pueden ayudar a reducir la inflamación intestinal inducida por el estrés.
Este año, en lugar de obsesionarte con tus limitaciones genéticas, enfócate en las decisiones que sí están bajo tu control. Cada pequeño cambio cuenta: una comida más nutritiva, un paso extra hacia la actividad física, una noche más de sueño reparador.
Es 25% como vienes y 75% como vives. ¿Qué elegirás hoy para transformar tu salud?
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